jueves, 18 de octubre de 2007

Como llamar a la guripa...

Tengo un sueño muy ligero, y la noche pasada noté que había alguien andando
sigilosamente por el jardín de la casa. Me levanté silenciosamente y me
quedé siguiendo los leves ruidos que venían de afuera, hasta ver una silueta
pasando por la ventana del baño. Como mi casa es muy
segura, con rejas en las ventanas y trancas internas en las puertas, no me
preocupé demasiado, pero estaba claro que no iba a dejar al ladrón allí,
contemplándolo tranquilamente. Llamé bajito a la policía e informé la
situación y di mi dirección.


Me preguntaron si el ladrón estaba armado o si ya estaba dentro de la casa.
Aclaré que no, y me dijeron que no había ninguna patrulla cerca para ayudar,
pero que iban a mandar a alguien tan pronto como fuera posible.


Un minuto después llamé nuevamente y dije con voz calma:
- Hola, hace un rato llamé porque había alguien en mi jardín. No hay
necesidad de que se apuren. Ya he matado al ladrón con un tiro de escopeta
del 12, que tengo guardada para estas situaciones. Joder! ¡El tiro lo ha
destrozado! Está hecho una mierda.


Pasados menos de tres minutos, había en mi calle cinco coches de policía, un
helicóptero, una unidad de rescate, un equipo de TV, un grupo de los de los
derechos humanos ...


Agarraron al ladrón in fraganti, el cual estaba mirando todo con cara de
asombro. Tal vez estuviese pensando que era la casa del Jefe de Policía.


En medio del tumulto, un inspector se aproximó y me dijo:
- Creí que había dicho que había matado al ladrón.
Yo contesté: Creí que me habían dicho que no había nadie disponible.

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